El té tenía las típicas seis cucharadas de azúcar,pero extrañamente sabía a amargo; amargo como cuando dejé de ponerle 7 cucharadas. Hace tiempo ya. No debería haber estado ahí. La tv mal sintonizada sintonizaba un programa demasiado sintonizado que no lograba captar ni un mínimo de mi atención. Porque más encima estaba repetido. No debería haber estado ahí. El internet se caía, mi mal humor aumentaba. Tenía sueño, no lo suficiente. Tenía rabia, no la suficiente. Los amé, ¿no lo suficiente?. Dije mil cosas. Mil mentiras para engañarme a mi misma. Y lo único que concluí es que no debería haber estado ahí. Y uno no debería hacer las cosas que no quiere hacer. O, mejor dicho, uno debería hacer las cosas que uno si quiere hacer, pero fui cobarde; y esa noche sólo me quedé ahí. En los fotologs de fanáticos hay mis fotos distorsionadas, y el silogismo me llevaría a que no soy fanática. Pero no, sólo no estuve ahí...